Periódico El Higuamo

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UNA MIRADA DE FRENTE AL AMOR Y DE TODOS LOS LADOS A LAS DROGAS

Reportaje

Por Coral Maldonado.

Coral MaldonadoEl consumo de drogas a toda hora y lugar se está convirtiendo en una práctica común en los adictos, que sin vergüenza ocupan las avenidas y calles centrales de la ciudad de Santo Domingo, el Distrito Nacional y otras provincias de la República Dominicana.

Para muestra dos botones. Primer botón ;las isletas de la avenida Jiménez Moya en las cercanías del sector El Manguito del Distrito Nacional ,se han constituido en imágenes fijas que reflejan la falta de amor de unos y el desborde amor-dependencia de otros.

La basura, las drogas, niños y adolescentes adictos que allí se reúnen, maltratan su vida y el lugar que fue creado para el esparcimiento.

Niños y adolescentes entre 5 y 15 años que se dedican a pedir, lavar vidrios o limpiar zapatos en la referida avenida, se les ve todo del día consumiendo drogas con tanta dependencia y amor a esa adicción que desborda de pena, ante la mirada de la niñez del sector, los comerciantes y familias.

Y la gente común, los profesionales, autoridades congresistas, comunitarios, religiosos, políticos que se desplazan desde tempranas horas entre las avenidas Bolívar, José Contreras, Mirador Sur, ya lo ven habitual , quedándose atados por incapacidad, por falta de amor o por costumbre, al ver como un joven de más edad les enseña a consumir a los más noveles.

Situación similar se repite en los barrios La isla y los Barrancones de Santo Domingo Este y que expone a nuestros niños y adolescentes estudiantes que al salir de sus clases asimilan que ya lo ilegal es legal naturalmente.

Mirando de frente al amor, la sociedad está en crisis, los sentimientos están graves y el estado está seco de valores, vivimos a la defensiva y ya nadie se preocupa por sus conciudadanos.

Segundo botón. El Centro de los héroes, donde se encuentra el Congreso Nacional y otras importantes instituciones públicas, destacamentos policiales, canales de televisión y partidos políticos, es el escenario característico del desorden por la falta de parqueos, las guaguas públicas y otras variantes.

Algunos de los parqueadores “oficiales” que cobran al ciudadano consumen drogas en plena calle, sol picante y labor, otros ladrones y estafadores que legalizan actas a ciudadanos indefensos, cuando la Junta Central Electoral les queda a solo un metro y se confunden entre la gente trabajadora y seria.

“Hasta encima de los policías me la fumo”, dijo Juancho, un parqueador, sin medir consecuencias, mientras Joselo ,el “jefe” de los legalizadores de actas interrumpía la entrevista para convencer a una indefensa de dejarle sus papeles para legalizárselos.

Mirando de todos los lados a las drogas, es un asunto que involucra la familia y la sociedad, no es un tema de simples o complejas políticas públicas del Estado o de creación de nuevas leyes, es necesario un plan en donde las organizaciones creadas ejecuten, donde las leyes se cumplan y del dinero contemplado para ello se note, es un asunto de amor al prójimo, al futuro de los niños y de denuncia social.

Concluir pidiendo educación, diálogo en los hogares o el destino de los fondos a la prevención sería una típica petición que en letras solo se quedará .Las reales soluciones están en nuestras manos, en nosotros los votantes, en ejercer el sufragio sin fanatismo y lejos del romanticismo y bandera política, honremos a la señora conciencia e inculquemos a los de nuestro alrededor cuales cualidades buscar en la gente que nos representará, para que así desde el Estado la prevención y los valores   se promuevan.

Primero con una efectiva y real educación a través de los medios de comunicación, desde el hogar y la escuela, que se reflejará en las acciones ante situaciones cotidianas.

Mientras el tren de los valores y la lluvia de amor social va y viene, los consejos no caen nada mal   veamos de frente al amor pero a todos los lados a la droga porque nos arropa.