Carta a los enfermos

Cuando nos encontramos enfermos, nos preocupamos y perdemos el control y queremos que la dolencia que tenemos desaparezca con rapidez, de tal forma que consultamos brujos con el propósito de sanarnos de la enfermedad que padecemos.

Procuramos el amor de Dios y obtendremos una confianza y seguridad maravillosa que nos va a hacer de buen resultado.
Si te van a operar de cualquier cosa en tu cuerpo, confía en El y pídele que sea el que tome esa operación por medio de una oración y verás que los resultados serán positivos.

Piensa que tu situación e sun reto de la vida en la que casi la mayoría tenemos que pasar, y tómala com una realidad, dice la palabra de Dios en Mateo 7:7-9.
Pedid y se os dará, buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pida recibe y el que busca halla y al que llama se le abrirá.

Vemos la mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años y que había gastado en médicos todo cuánto tenía y por cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada y tocó el manto de Jesús por detrás y se paró el flujo de sangre. (Lucas 8:43-44).

Amigo, hay otra enfermedad más peligrosa que la carnal, es la enfermedad del alma, en la que debemos de operar rápido para poder pasar de muerte a vida y llevar una vida feliz en la tierra y en el cielo de ver las cosas de esta tierra en otro punto de vista y seguridad.

Confiemos en Dios y saldremos victoriosos, dice la palabra de Dios en Juan 3:16, porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en El crea, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Medita estas palabras y acepta al Señor Jesús como tu Salvador espiritual. Amén.

¡Solo Jesús salva!