Angeología

Por Víctor Ml. Pérez Quiñones
La Angeología, es la parte de la Teología que trata sobre los ángeles, buenos y malos. Es la parte de la teología cristiana, que también estudia la naturaleza y ordenación de los ángeles. En el cristianismo, los ángeles son criaturas sobrenaturales o supernaturales que median entre Dios y los hombres, y, se disponen en nueve órdenes
llamados Coros Angélicos o Celestianes.

Los ángeles son espíritus, buenos y malos.

Se clasifican los buenos como: El Ángel del Señor, el Arcángel, Ángeles Escogidos, Ángeles de Naciones, Los Querubines y los Serafines, legiones de ángeles buenos.

Naturalmente son: Criaturas, espíritus, inmortales, numerosos y sin sexos (asexuales).

Su carácter son: obedientes, reverentes, sabios, humildes, poderosos y santos.

Las obras de estos ángeles son: "Agentes de Dios, mensajeros de Dios y siervos de Dios".

Mientras por otro lado, en sentido contrario, tenemos los espíritus satánicos o malvados: Satanás primero es diablo, destructor, serpiente, tentador, príncipe y dios de este mundo.

Son espíritus malvados (ángeles caídos y demonios); son seres creados.

En cuanto a los ángeles buenos de Dios, el ángel del Señor, se destaca y distingue de cualquier otro ángel, porque tiene el poder de perdonar o retener las transgresiones.

Miguel, es el principal arcángel, el guardián de Israel, se le asignan misiones de suma importancia, es el "ángel Guerrero del Señor", el que pelea batallas.

Mientras que Gabriel, tiene tareas y misiones súper especiales, anunció el nacimiento de Jesús el Mesías, el hijo de Dios a maría; también el nacimiento de Juan El Bautista, a su padre Zacarías, mientras éste quemaba incienso en el templo, quien no creyó el y quedó sordo y mudo, hasta que nació Juan El Bautista, su hijo, quien se encargó de preparar el camino del Señor, y fue quien bautizó a Jesús (su primo), en el río Jordán, y donde se manifestó el Espíritu Santo de Dios, en una paloma y una voz que decía "Este es mi hijo amado, en el cual me complazco".

Otro tipo de ángeles especiales son los Serafines, constituyen el orden más elevado de ángeles y características que lo distingue, es su amor ardiente hacia Dios, el vocablo Serafines, significa "Seres Ardntes".

Satanás o Luciferie
Originalmente era Lucifer, era el más glorioso de los ángeles; quiso sustituir a Dios, quiso imitarlo y ser como Dios, haciéndose pasar como Dios.

Como castigo divino por su maldad, Dios arrojó a Satanás del cielo junto con un grupo de ángeles que eran parte de la rebelión de Lucifer contra Dios.

Satanás trató de hacer de Eva, la 1ra. Mujer una aliada suya, pero Dios se lo frustró y dijo: "Y enemistad pondré entre ti y la mujer (génesis 3:15)
El carácter de Satanás, está en sus títulos y nombres. Satanás significa literalmente adversario, con intentos perniciosos y maliciosos, al tratar de obstaculizar los propósitos de Dios, además de oponerse a todos los planes del Señor Dios, mediante la destrucción de la línea genealógica escogida, de la cual debía venir el Mesías (Génesis 3:15).

Satanás es opuesto a la obra de Dios; obstaculiza el evangelio; se hace posesión de los malvados, los ciega, engaña y los hace caer en el lazo; Satanás, además es atrevido, mentiroso, oportunista, engañador, fabulador, priva en orgulloso y poderoso, dueño de lo que no posee, como cuando le ofreció a Jesús tentándolo, reinos y potestades.

Además se le hace llamar como "El Ángel de Luz", cuando es en realidad el mensajero natural de las tinieblas y propagador del pecado en el mundo.

El poder de Satanás es limitado; es el gran enemigo de los que aceptan a Cristo como su Salvador personal, pero solo por ser hijos de Dios, ya Satanás está derrotado, por quienes creemos en Dios, en Jesús y el Espíritu Santo.

En fin tenemos que los ángeles caídos, unos están encerrados y otros andan por los aires en busca de sus víctimas, las personas de las cuales se apoderan de sus mentes, corazón y decisiones, para llevarlos a la perdición eterna. Estos ángeles caídos, fueron arrojados del cielo junto con su jefe Satanás, para esperar el justo juicio de Dios.